La nueva ley de contabilidad entra en vigor el 1 de Enero de 2016 incorporando adaptaciones a la normativa contable de la UE.
Disminuye la carga administrativa y los costes contables para las empresas como los requisitos de auditoria y cumplimiento, con especial atención a las pequeñas y medianas empresas.
Introduce la nueva información no financiera focalizada en la responsabilidad social corporativa y las medidas contra el blanqueo de capitales y la corrupción.